Castelo de Vimianzo

Municipio: Vimianzo

Parroquia: San Vicenzo de Vimianzo 

Lugar: A torre

El Castillo de Vimianzo es una de las fortalezas medievales más completas y mejor conservadas de Galicia y durante gran parte de su historia fue uno de los más importantes castillos de los Moscoso de Altamira.

Sin embargo, sus orígenes parecen estar a finales del siglo XII o inicios del XIII cuando el Afonso IX, rey de León y de Galicia dona a Pedro Eans Mariño tierras en las parroquias de Vimianzo y Cambeda. En ese momento se debió levantar el primer castillo que estuvo en manos de los Mariño hasta el siglo XIV. En 1348 el rey confiscó la fortaleza junto con sus bienes a Rui Soga Mariño de Lobeira por deudas y a partir de ese momento pasará por diferentes manos hasta llegar a la familia Moscoso a mediados del siglo XV, como dote recibida en el casamiento entre Rui de Moscoso y Juana de Castro y Lara.

Al largo de la segunda mitad del siglo XV el Castillo de Vimianzo fue escenario privilegiado de las luchas entre los señores de Altamira y los arzobispos de Compostela. De hecho, fue uno de los lugares donde Bernal Eans de Moscoso tuvo preso al prelado Alonso II de Fonseca. En 1467 la fortaleza fue tomada por las tropas irmandiñas y posteriormente, cuando los nobles aplastaron el levantamiento popular, el arzobispo, el mismo que había estado preso en Vimianzo, aprovechó para apoderarse del castillo. Poco tiempo después, en el 1472, Lopo Sánchez de Moscoso, autoproclamado conde de Altamira, consiguió recuperarlo por la fuerza de las armas.

El castillo de Vimianzo continuó en manos de la casa Altamira durante la Edad Moderna, siendo cabeza de la jurisdicción de Vimianzo, dedicado a la recaudación de rentas y administrado por un merino. En el siglo XIX la fortificación ya estaba en estado de abandono y en 1870 fue vendida a Ramón Martelo Núñez. El hijo de este, Evaristo Martelo, realizó una serie de reformas de acondicionamiento y convirtió el castillo en residencia de verano. En 1965 un incendio afectó seriamente al edificio y poco tiempo después la propietaria, Dolores Martelo de la Maza, lo cedió al Arzobispado de Santiago. Finalmente en 1973 fue comprado por la Diputación de A Coruña, actual propietaria, y acondicionado para la visita.

El edificio que podemos visitar actualmente se sitúa en una colina poca prominente pero con buena visibilidad sobre el valle de Vimianzo. Está rodeado por un foso defensivo y presenta una barbacana sobre la que se asienta un recinto amurallado con forma de pentágono irregular. La muralla es de gran altura y está coronada por merlones pentagonales colocados sobre matacanes. La cerca se refuerza con cuatro torreones, de los cuales el más alto funcionó como torre del homenaje. Se completa el recinto con un edificio residencial, dedicado actualmente a muestra de artesanía en vivo, que debió ser construido o reformado en el siglo XIX, en tiempos de Evaristo Martelo. Finalmente el centro del castillo es un amplio patio de armas en el que se aprecian los cimientos de una torre central que perteneció al primitivo castillo y que fue localizada en las excavaciones arqueológicas realizadas en la década de 1990.

Actualmente además de acoger la exposición de artesanía en vivo de A Costa da Morte cuenta con una completa exposición sobre su historia.

Horario de visitas:

Abierto todos los días excepto los lunes. De 10:30 a 14:00 h. y de 16:00 a 18:30 h..

Entre el 1 de julio y el 15 de septiembre se cambia el horario de 10:30 a 14:00 h, y por la tarde, de 16:00 a 20:30 h.

Más información.

https://castelodevimianzo.gal/

Muralla del castillo de Vimianzo.

Estructura defensiva compuesta por bloques de piedra de mayor o menor tamaño, que rodea una torre o núcleo central, presentando uno o más accesos y siendo de altura variable. Su complejidad y entidad aumentan conforme se avanza en las formas arquitectónicas, pudiendo tener torres en medio, conocidos como torreones.

Muralla del castillo de Vimianzo.

Estructura defensiva compuesta por bloques de piedra de mayor o menor tamaño, que rodea una torre o núcleo central, presentando uno o más accesos y siendo de altura variable. Su complejidad y entidad aumentan conforme se avanza en las formas arquitectónicas, pudiendo tener torres en medio, conocidos como torreones.